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martes, 26 de diciembre de 2017

Pinturas sobre papel


Fascinante experiencia desafiando papeles en blanco, desde el más fino, casi transparente delicado, hasta el más resistente,   y que no se rompan al pintarlo. Utilizando tintas, pigmentos naturales, té verde, sahumerios chinos, perfumes aroma coniglio y vainilla, café, córcuma y otros, con secado al sol y viento. Primer paso en proceso y reposo.


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miércoles, 6 de diciembre de 2017

Farfalla arancia



                                                                          
                                                                            ©Elsa Gillari
                                                                        




sábado, 25 de noviembre de 2017

Cuadernillo para notas



Cuadernillo artesanal
Tapas pintadas y collage en portada
Cosido a mano
hojas bookcel ahuesado
10,05X14,05 cm.

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jueves, 28 de septiembre de 2017

Fuego


Pintura Digital

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Y la tierra envió su fuego...
a ese pueblo ciego sordo mudo



lunes, 25 de septiembre de 2017

viernes, 1 de septiembre de 2017

Escritura automática XI




En el planeta azul azalea bonsái duerme junto a lagartija cactus hace acupuntura algodonero tiene pinches rojos como su clorofila tejiendo va saliendo mariposas naranjas  visitan jardín abejas pululan planeta oscuro metáforas caen de edificios suben por escaleras caracol ironía no se entiende demasiados cerebros quemados se perdió el humor en neblina de la estupidez duelen rodillas coxis pie izquierdo peleado con derecho gorrión con alas de águila canta en madrugada a lechuza gatuza tiempo existe no existe normal de normalía dolía pedía jodía mejor ser libre gritan los silencios callan los ruidos ruidosos apestosos mugrientos tóxicos mentirosos pedófilos asesinos de criaturas masa gusta que la amasen amansen gobiernen engañen creencia puso huevos nacieron millones se reproducen miedo odio terrorismo socios aquí allá adelante atrás y más seguidores cobardes miedo al miedo al cambio bordando bordes alcornoques culpas ilusiones desilusiones basura excesiva llenando vacíos ausencias pérdidas partidas desarraigos huevos de palomas negras caranchos se hunde el barco sálvese quien pueda…





©Elsa Gillari

viernes, 12 de mayo de 2017

Cóndor




Serie: Dibujos bocetos con grafito (año 2001)






+Tratamiento digital (2017)






Elsa Gillari

©

lunes, 7 de noviembre de 2016

sábado, 28 de febrero de 2015

La aventura de llegar


Me escondí adentro de una nuez para pasar desapercibida ¡Qué mala suerte la mía! Al Cheff se le ocurrió preparar el pesto al rato de estar yo ahí. Los comensales iban llegando; entre ellos políticos, intelectuales, esotéricos, obispos, economistas, militares, damas de la sociedad, espías y hackers.
El agua para cocinar los spaghettis estaba a punto de ebullición...
Presintiendo el peligro me cambié de lugar y me metí adentro del molinillo de pimienta negra en granos… justo en el momento, que el cocinero introdujo en el mortero trozos de albahaca fresca, dientes de ajo e iba por las nueces.
Los comensales, sentados a la mesa del restaurant, saboreaban platillos de la casa y bebían aperitivos, en una cómplice conversación, intercambiando miradas codificadas, como si estuvieran jugando al truco. Yo sabía que algo estaban cocinando.
Me acordé que el pesto lleva pimienta negra molida; antes que el Cheff manoteara el molinillo me escondí adentro de un huevo, era el lugar más seguro en esos momentos.
Por estar adentro del huevo no podía oír bien lo que hablaban los comensales, y por estirarme a escuchar, quedé en el borde de la mesada… ahí, a punto de caerme; me quedé quietita… quietita; casi me estaba durmiendo hasta que me llegó de la gente esa, una especie de viento, con todos puntitos negros que se pegaron a la cáscara del huevo… ¡Me asusté! El cocinero me vio y me tiró a la basura. El huevo se rompió, salí del tacho como pude sin que me toque un solo puntito negro.
En la vereda del restaurant, había una estatua viviente que representaba a la mujer de la justicia, con una báscula dorada en su mano derecha. Como a mí me gustan los dorados, me acomodé en uno de los platillos, mirando a la paloma blanca que la estatua tenía en el hombro… me guiñó un ojo y yo también.



Elsa Gillari
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